jueves, 4 de marzo de 2010

Experimento

Burbujeantes espectros de ira, palpitar ardiente de naturaleza humana… Feria de perturbadores juicios, destino maltrecho, azares corruptos… manos astilladas, lagrimas de ginebra.
Razón de la tierra, egoístas saberes escondidos en tu lecho, brota la flema inerte de quienes cobijas, pasos y huellas, mueren los soles… perecen los vagabundos, gemidos de desconsuelo apaciguan los cantos de virtud. Gargantas insanas, mentes perturbabas, inocencias volátiles, vidas magulladas, manchas perpetuas……. Tiznados de odio, se maquillan nuestros cuerpos, pariendo máscaras, engullendo acero, ¡piel echa armadura!
La destrucción ante nuestros ojos, cómplices inmortales del rumbo perdido, testigo fiel de la apocalipsis serena, vientos torrenciales hechos brisa de otoño despliegan calamidad, hojas danzando el vals de la muerte, fetos purulentos emergen de la tierra, madre de horrores, hechicera de conciencias impugna la libertad del alma, cadena de penitencia escoltada por Caín, reos somos del crimen sagrado, labios que escupen el beso traidor, manzana prohibida augurio de destierro, libido impúdico en los montes de la Magdalena.
En las botellas lanzadas al mar, en los baúles oxidados, sobre charcos sin reflejo, en gargantas enmudecidas, bajo el vuelo de ángeles esfumándose, entre los espejismos de áridos desiertos, escondida esta la respiración consciente, la razón virtuosa, la naturaleza virgen, la rosa sin espinas, la existencia perpetua, el corazón del hombre…

Exceso de ecos

En la decadencia del ser, encuentro mis motivos
En la nausea, mi inspiración
En ellos, mi justificación
En su clamor, mis risas
En sus risas, mi hastío
En su oxigeno mi repulsión
En su cielo mis dominios
En su suelo, mis flores marchitas
En su muerte, la evolución
En su andar, mis evidencias prehistóricas
En sus huellas, el epicentro de mis soplos
En sus destrucción, mis quimera
En su dolor, mi mofa
En sus sueños, mis muertos
En sus dioses, mis víctimas
En sus aguas, mis diluvios
En sus fronteras, mi omnipotencia
En sus palabras, mi cólera
En sus ídolos, mis bufones
En su destino, mis caprichos
En sus voces, resonancia de insectos
Exceso de ecos, callarlos a todos!!!!!!

Estallar

Insisto en la casualidad de los malos diluvios, aún si chapoteo entre las frías e inquisidoras gotas del fracaso, como gélidas cuchillas rasgando mi naturaleza imperfecta. Bajo mis pies, un cubo sin dimensiones inhala la sórdida humareda de sus venas calcinadas, entre mis manos se arremolinan perniciosos deseos de rasgar el vacío, de aniquilar las partículas que una vez nacieron. No soy energía, mis huellas se borraran entre el fango, hiedra maldita, madre de los desterrados, la copa de la eternidad se rebozó ante nuestra sed, la historia jamás tartamudeará nuestros nombres. No es seguir lo que está en juego, desafiar el mundo a muerte y bañar en tierra nuestra existencia.
No me miento, yo no duermo en ningún lugar, rásgate las entrañas, cruza la palidez de tus pómulos, intoxícate con memorias, sabrás que nunca viví. Negociando gasolina, relojes , ahora, le pertenezco al mundo. Congelar el tiempo y atropellarse con las palabras, encegue y yo misma me pregunto a donde he ido, o si siempre he estado aquí, pereciendo ante los días.